Airquimia

¿Te has fijado cómo respiras?

¡No, no se trata de una pregunta trampa! Pero tan cierto como que el sol sale cada día, es que nadie repara en una función vital que repetimos miles y miles de veces (unas 20.000) a lo largo del día. Y sin embargo cambia de frecuencia y de intensidad con el ejercicio, incluso llega a detenerse momentáneamente si algo nos impacta o sobrecoge, bostezamos de vez en cuando y suspiramos más de lo que recordamos.

Todos estos actos están relacionados con la respiración y se retro-alimentan. Por ejemplo, la función del bostezo es la de aportar más oxígeno a unas células que comienzan a dar síntomas de cansancio o agotamiento; salvando las ocasiones relaciones con el sueño o con el despertar, cuando se produce durante el día, se debe a la escasez de oxígeno para que sigan funcionando nuestras células y, si descartamos una afección cardio-respiratoria, la otra razón para esa disminución de oxígeno se debe una respiración no-adecuada a las características psico-físicas y circunstanciales de la persona.

El método Airquimia, por medio de ejercicios sencillos, restablece la funcionalidad perdida y modifica una costumbre viciada e inapropiada, transformándola en un hábito correcto y saludable, devolviéndole su carácter nutricional a una actividad orgánica que no admite, en la vida diaria normal, ni sucedáneos, ni artificios.

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