Kinesiotaping

Consiste en un tipo de venda fina y elástica de algodón con un adhesivo acrílico hipoalergénico y que se activa con el calor. Se diferencia del típico esparadrapo en que puede estirarse hasta un 130-140% su longitud original. Esta es una de sus características principales, porque tras su aplicación, tenderá a retroceder sobre la piel, provocando una tracción sobre los tejidos que están por debajo y alrededor de la tira. Otras propiedades que la hacen tan útil es que:

• se pueden mantener durante varios días antes de su retirada,
• se pueden mojar, por ejemplo, cuando nos duchamos, no pierden su función ni efectividad, sólo necesitan ser bien secadas.

El interés de esta técnica es la de recuperar el tejido blando, músculos, tendones y ligamentos dañados, con un método natural, sin efectos secundarios y permitiendo un rango amplio de movimiento al usuario. Características que no se dan con los vendajes comunes, ya que no sólo reducen el movimiento, sino que habitualmente fijan las articulaciones a la mínima disfunción o trauma, sin tener en cuenta a las fascias ni las fases de auto-curación del propio organismo.

En muchas ocasiones, el origen de las lesiones es a nivel muscular, bien por el propio músculo que se ha dañado en un sobre esfuerzo, bien porque la fascia (tejido envolvente al músculo) le ha provocado la disfunción. Sea como fuere, la solución no pasa por inmovilizar la articulación en un intento de defenderla ante posibles sobre cargas o inestabilidades, la visión debe ser la de tratar el foco del problema, y con ello evitaremos las consecuencias sobre otros tejidos, en lugar de abandonar al germen productor de la anomalía anatómica para centrar todos los esfuerzos en "blindar" a un tejido que no tiene la "culpa" de lo que ocurre más allá de sus limitaciones; es como "encerrar" a las personas en sus casas, a cal y canto, para que los ladrones no puedan robarles.

Las vendas elásticas, con su textura y elasticidad muy parecidas a la de la piel humana, favorecen la función neuromuscular porque no limitan, o apenas, el movimiento corporal (músculos y fascias), mantienen la circulación (arterio-venosa, linfática e intersticial) y no inhibe el mecanismo propioceptivo de la estructura afectada.

En conclusión, el vendaje neuromuscular, activa y favorece el proceso auto-reparador y auto-recuperador de los tejidos dañados o lesionados.

En la actualidad está muy extendido por todo el mundo, y no sólo lo vemos en deportistas, sino que, cada vez más personas de todas las edades, son tratadas con este tipo de vendajes, para una larga lista de lesiones sin que tengan que abandonar su rutina diaria: 

• musculares, 
• tendinitis, 
• esguinces, 
• circulatorios, 
• cicatrices, 
• fatiga muscular y agujetas, 
• tonificación muscular, 
• edemas, 
• analgésico local, etc.