Sotai Ho

So = "arreglar", Tai = "cuerpo" y Ho = "método".

Claro, sencillo, concreto y directo, así es como se presenta esta terapia que gestó el Dr. Keizo Hashimoto hace 70 años.

Con un conjunto de ejercicios, el Dr. Hashimoto, trata de recuperar el equilibrio postural, aliviando -consecuentemente- el dolor. Pero no consiste en aplicar estiramientos a la zona afectada, sino en una interactuación con el cuerpo dolorido. La finalidad que busca el terapeuta de Sotai es la recuperación de la persona, pero esa "recuperación" está condicionada por un cambio de estado, pasar de estar "mal", a estar "bien". He aquí el quid de la cuestión, ¿de dónde y cómo surge ese "cambio de estado"?

No consiste en algo espontáneo que brota de la "nada", todo lo contrario, nace de algo concreto, físico: de nosotros mismos. Pero, en todo "cambio de estado" hay un proceso, un camino a recorrer, como ocurre con el agua cuando se le aplica calor para pasar de líquido al estado gaseoso, a "vapor de agua"; sin esa inducción de calor y sin ese tiempo necesario de espera, para que las moléculas líquidas se conviertan en moléculas gaseosas, no se conseguiría el efecto deseado.

En esencia, esto es el Sotai Ho, la búsqueda del camino correcto para hallar la recuperación necesaria, y para esto se necesita:

• Conocimiento,
• Sensibilidad y 
• Paciencia.

Tres características que el Dr. Hashimoto aplicó durante el desarrollo de Sotai, aunando la sabiduría oriental con sus conocimientos de medicina occidental. 

Este "camino" de corrección, a veces no es fácil, ya que el cuerpo -más bien la persona en su conjunto- no sabe "redirigirse" hacia la vía de escape. Esa persona se encuentra en estado "So Tai Ho", o "arreglar cuerpo método", algo sinsentido, sin embargo, con ayuda del terapeuta que conoce la traducción correcta y cómo colocar las palabras para hacerla entendible, pasará a ser "Ho So Tai", o "método para arreglar el cuerpo".